Enfrentarse a una entrevista para conseguir un nuevo empleo no es sencillo. Los nervios casi siempre juegan malas pasadas y hacen decir cosas de las que inmediatamente nos arrepentimos. Prepararse para estas situaciones es importante y tener claro ciertas afirmaciones que no puedes hacer o decir en tu entrevista de trabajo es vital. Hemos recopilado un decálogo que te ayudará en tu próximo cara a cara con un reclutador.
Si pones a caldo a quien fue tu patrón, la persona que te entreviste pensará (y con razón) que vas a hacer lo mismo con él en el futuro. Evita criticar a las personas con las que has trabajado.
Muchas personas creen que explicar en una entrevista de trabajo el calvario personal por el que están pasando, ya sea una separación, dificultades económicas o la muerte de un familiar, ablandará el corazón del reclutador. Nada más lejos: lo que le interesa a la empresa es que seas el candidato idóneo para el puesto, no tus problemas personales.
La autocrítica es necesaria, más aún cuando te presentas ante personas a las que debes transmitir confianza. Todos cometemos errores por lo que no debes negar tus debilidades.
Sobre todo en la primera entrevista, cuando aún no sabes si serás el elegido para el puesto, queda fatal preguntar por asuntos como el sueldo, los días libres, etc.
Debes saberlo tú, por supuesto. Si vas a una entrevista de trabajo y no tienes ni idea sobre el sector al que se dedica la empresa tienes todas las papeletas para no conseguir el empleo. De hecho, es normal que te pregunten a ti qué sabes sobre ellos.
Frases como “necesito este trabajo” o “realmente quiero ese puesto” son nefastas para tus posibilidades, ya que te hacen parecer desesperado. Di que estás interesado y que te parece un empleo muy atractivo.
Casi todos los trabajos tienen decenas de candidatos. Es una gran idea mostrar nuestra capacidad y explicar por qué somos la mejor opción para ocupar el puesto, pero no vayas por delante con esa superioridad ya que desconoces quién más aspira a conseguir el empleo.
Las expresiones negativas no son bien valoradas en las entrevistas de trabajo, por lo que es mejor utilizar frases como que aspiras a un empleo que te llene más o que buscas un nuevo horizonte profesional.
Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo y el refrán tiene más vigencia de nunca en una entrevista de trabajo. El ejemplo más claro es el de los idiomas: ese “nivel medio” de inglés de tu curriculum da a entender que sabes poco más que decir “yes”, así que ten cuidado.
En una entrevista de trabajo tienes que mostrar tus habilidades y fortalezas frente a otros candidatos, pero presumir de “yo” es una mala idea: hará pensar al reclutador que tu ego supera a tu inteligencia.
Son tantas las ganas que tienes de terminar que, normalmente, te marchas del despacho en cuanto puedes. Sin embargo, casi siempre suelen dejar al candidato la posibilidad de hacer alguna pregunta, así que aprovecha ese momento y muéstrate interesado.
Fuente :https://www.elconfidencial.com